miércoles, 15 de octubre de 2008

LA MARIHUANA-ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO


ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

LA MARIHUANA

Nombre: Cannabis Sativa
Nombre popular:Marihuana: Yerba, macoña, ganya, pito, cuete, caño, porro, huiro.
Clasificación: Depresor - Alucinógeno Forma de consumo: La marihuana generalmente se fuma, en cigarrillos hechos a mano o en pipas especialmente diseñadas (a veces con cañas largas o pequeños depósitos de agua para enfriar el humo, que suele alcanzar altas temperaturas). También se come (en queques o galletas).


El "hachís" es la resina de cannabis desecada y se fuma mezclado con tabaco.
Efectos en el organismo:
Los efectos son de rápida aparición y varían según la dosis, el tipo de cannabis y el estado anímico y físico del individuo que la consuma.

Efectos inmediatos:
Inicialmente, dosis bajas pueden producir sensaciones placenteras de calma y bienestar, aumento del apetito, euforia, desinhibición, pérdida de concentración, disminución de los reflejos, ganas de hablar y reir, enrojecimiento de los ojos, aceleración del ritmo cardiaco, sequedad en la boca y garganta, dificultad para ejecutar procesos mentales complejos (rendir un examen, por ejemplo), alteraciones de la percepción temporal y sensorial, y puede disminuir la memoria a corto plazo. A ello le sigue una segunda fase de depresión y somnolencia.
En dosis elevadas, puede provocar confusión, letargo, excitación, ansiedad, percepción alterada de la realidad y, de manera más inusual, estados de pánico y alucinaciones.

A largo plazo
Destaca el "síndrome amotivacional" (disminución de la iniciativa personal), unido a una frecuente baja de la capacidad de concentración y memorización.



La estructura química del cannabis es muy compleja y no se conocen aún las secuelas producidas por todos sus componentes. Sí se puede afirmar que los fumadores de marihuana o hachís inhalan profundamente el humo sin filtrar y lo retienen en los pulmones tanto tiempo como pueden, siendo más nociva para el sistema respiratorio que el tabaco. Su uso también se ha asociado a la aparición de enfermedades como sinusitis y bronquitis.

Asimismo puede causar alteraciones en los sistemas reproductores masculino y femenino (infertilidad, por ejemplo) e inmunológico. Como el compuesto activo de la marihuana (tetrahidrocannabinol)atraviesa la barrera placentaria y mamaria, su consumo supone un riesgo para el feto tanto durante el embarazo como en la lactancia.

Puede generar tolerancia y dependencia, con el consecuente síndrome de abstinencia en caso de que se suspenda bruscamente el uso de la droga. Esto deviene en ansiedad, insomnio, irritabilidad, depresión y anorexia, entre otros síntomas.

Ritmo cardíaco y presión sanguinea
Puede producir aumento temporal de la frecuencia cardiaca según la dosis usada. El consumo de cannabis puede ser peligroso para aquellos que padecen hipertensión, enfermedades cerebrovasculares y arteriosclerosis coronaria.

Congestión conjuntiva
Con la ingestión e inhalación de cannabis se produce un enrojecimiento de los ojos debido a la dilatación de los vasos sanguíneos del globo ocular.

Efectos respitarorios
El cannabis, ya sea como marihuana o hachís, contiene tanto alquitrán como el tabaco. Los fumadores de cannabis desarrollan una menor capacidad de difusión pulmonar y un flujo expiratorio forzado (botan el aire de los pulmones con dificultad), puesto que inhalan muy profundamente, retienen el humo en sus pulmones por un período más largo de tiempo y fuman el cigarrillo completo. Además, el humo no es filtrado.

Su uso crónico está relacionado con la aparición de bronquitis, asma y sinusitis. Asimismo, hay evidencia de que el humo del cannabis y sus residuos contienen sustancias carcinógenas relacionadas con cambios celulares malignos en el tejido pulmonar.

Efectos sicológicos
Esta droga actúa sobre la corteza cerebral, principalmente en las áreas que controlan la movilidad de los miembros, órganos sensoriales y el comportamiento.

Entre los tipos específicos de desempeño sicológico que se afectan por su consumo, se incluyen la sustitución de dígito-símbolos (cambio de significados del entorno), unión de dígitos, sustracción serial (incapacidad de seguir una secuencia lógica), comprensión de lectura y aumento de la percepción del tiempo.
También se altera la percepción de la visión, el sonido y el tacto; afecta el estado de ánimo y la interacción social.
Estudios demuestran que el consumo crónico de la droga parece correlacionarse con una sicopatología manifiesta. Los que abusan del cannabis son psicológicamente similares a los que abusan de otras drogas.

En estudios con consumidores regulares de cannabis, éstos han manifestado desajustes en el trabajo y una incapacidad autorreconocida para enfrentar nuevos problemas. Está constatada la potencialidad del cannabis como un gatillador de sicosis y cuadros de delirios y alucionaciones en personas en riesgo.

No todo usuario de cannabis experimentará necesariamente con otras sustancias más peligrosas, pero el riesgo existe.
Además, está el peligro de condicionar o limitar las posibilidades de vivir libre y autónomamente el desarrollo personal en los adolescentes.

También crea una dependencia sicológica: el usuario apetece la droga por sus efectos.
Existen pocas posibilidades de sobredosis mortal por cannabis.

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