viernes, 18 de septiembre de 2009

BELLEZA EN LA TERCERA EDAD-ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

CUTIS TONIFICADO

La tonificación de la piel
Tras realizar una profunda limpieza de piel, el paso a seguir es la tonificación; esta se consigue con la ayuda de líquidos cosmetológicos denominados tónicos.
Durante el proceso de limpieza, los poros tratados se abren, por lo que se hace necesario cerrarlos nuevamente mediante el uso de tonificadores y astringentes que refrescan la piel, eliminando los residuos sobrantes de los limpiadores.Los tónicos contienen generalmente sustancias antisépticas, extractos vegetales y aceites esenciales, y no deben aplicarse sobre la piel si no esta completamente limpia.

Los tónicos también reciben el nombre de lociones o líquidos descongestionantes, ya que ayudan a depurar la piel.

El mercado ofrece varias clases: hidratantes, calmantes, refrescantes, antisépticos, etc.

La tonificación se recomienda siempre después de la limpieza, como complemento de esta y antes de la hidratación para una mayor absorción. También puede utilizarla después de haber aplicado una mascarilla o tratamientos complementarios de limpieza.

LA HUMECTACIÓN DE LA PIEL

La humectación cutánea es un gran paso que usted debe seguir en el cuidado y mantenimiento de su piel. El agua es, en efecto, un elemento fundamental para conservar joven y suave el cutis.

El contenido de agua en los estratos más externos de la piel es regulado por un conjunto de sustancias provenientes de la secreción de las glándulas sudoríparas, sebáceas y otros subproductos del metabolismo celular. Para mantener el grado de humectación ideal de la piel debe existir un justo equilibrio entre todos los componentes del cutis.

Todos los constituyentes de la piel están implicados en los procesos de fijación y liberación de moléculas de agua, los cuales se desarrollan principalmente a nivel de la dermis y la epidermis.

CAPAS DE PIEL

LA EPIDERMIS
La epidermis es la capa más superficial de la piel y está expuesta a múltiples factores externos. Está constituida por varias capas de células epiteliales que se multiplican activamente y producen queratina, proteína que regula eficazmente la humectación cutánea.

La epidermis se encuentra libre de vasos sanguíneos y linfáticos; debido a su constante proceso de queratinización es pobre en agua, lo que la hace depender de la dermis para su humectación y nutrición.

En este manto que recubre el cuerpo y que está conformado por numerosas terminaciones nerviosas, las células se reproducen cada 24 días y forman una película hidro-lípido-proteica, cuyo objetivo es lubricar y proteger la piel, impidiendo la evaporización excesiva de agua.

Desde el punto de vista cosmetológico la epidermis es la capa más importante, ya que en ella recaen e influyen todos los tratamientos de belleza. Su superficie está conformada por poros, aberturas cónicas que permiten el paso de la transpiración y la secreción sebácea. La epidermis de un cutis seco presenta poros casi invisibles, mientras que la de uno grasoso deja ver grandes y dilatadas aberturas.

LA DERMIS
La dermis o capa interna es la verdadera piel. En ella se encuentran las glándulas sudoríparas, sebáceas y los vasos sanguíneos. En este tejido conjuntivo tienen lugar todos los procesos nutritivos, respiratorios y de deshecho.

Las células de esta capa contienen fibras elásticas, reticulares y de colágeno, responsables de la flexibilidad cutánea. Su contenido de agua es de 15-18%, cifra que representa un nivel importante en la reserva general de hidratación de la piel.

¿CÓMO HUMECTAR LA PIEL?

Además de retener el agua en la piel, las cremas humectantes, gracias a su contenido de agua y aceites de origen vegetal o mineral, suavizan y eliminan los síntomas de resequedad, como manchas blancas, escamas, líneas superficiales y tirantez.

Si usted siente el cutis tenso y propenso a las escamas, es probable que esté perdiendo humedad debido a factores como la resequedad del medio ambiente, la exposición prolongada a los rayos solares o al agua salada o con cloro, la ingestión de bebidas alcohólicas que actúan como diuréticos, el uso de productos no apropiados para su tipo de piel o una limpieza excesiva del cutis.

La piel joven posee mayor cantidad de agua natural y de grasas y su capacidad de regeneración es igualmente superior, de ahí la transparencia, limpieza, tersura, elasticidad y ausencia de arrugas de los cutis jóvenes, que cuentan con la hidratación adecuada.

La propiedad de tener líquido es una de las mayores diferencias entre una piel joven y una piel envejecida. El agua del cutis se evapora a través de las glándulas sudoríparas. Con el paso de los años, las células se deterioran y guardan menos humedad, factores que aumentan la producción de arrugas.

Para humectar su piel es conveniente empezar con la exfoliación o eliminación de las células muertas acumuladas; esto permite la entrada de los productos humectantes.

Las cremas humectantes se aplican a continuación. Aunque siempre son beneficiosas, la piel no se comporta de igual manera durante todo el día. Se ha comprobado que la renovación de las células es mucho más activa cuando el cuerpo esta en reposo; por ello se aconseja hacer uso de las cremas de noche al acostarse.

En el mercado es posible encontrar gran cantidad de productos humectantes que se absorben rápidamente y dejan la piel suave y sin brillo a la vez que contienen filtros para atenuar la acción de los dañinos rayos solares. Busque el que mejor se acondicione a su tipo de piel.

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