miércoles, 26 de noviembre de 2008

RELACIONES OBSESIVAS-ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

RELACIONES OBSESIVAS

Las relaciones obsesivas en este utlimo tiempo andan super de moda, ya vemos todo el tema de los "femicidios" y esas cosas tragicas, una psicologa explica que las mujeres que callan y no se atreven a contar o denunciar que están siendo maltratadas por sus parejas son personas sumisas que no tienen el repertorio para poner un límite y hacer valer sus derechos. Agrega que muchas veces quien está manejando y controlando la situación, obsesivamente va creando lazos de dependencia. “Hay mucho de amedrentamiento sicológico, es tanto el miedo que tiene que no es capaz de denunciar y a veces se producen mecanismos defensivos como el empezar a justificar a la otra persona”, enfatiza.

Es por esto que entrega diez claves para saber si una relacion esta llegando a un punto donde se podria decir que es una "Relacion Obsesiva":

Constante Desconfianza
“Una persona que tiene una relación larga y siempre se muestra muy desconfiada o está a la expectativa de que a lo mejor no le han dicho la verdad o dude de lo que la pareja le diga, por ejemplo, si va a salir con amigas o amigos. Tiene una actitud constantemente desconfiada sin haber ninguna base para aquello”, dice De la Plaza sobre una de las cosas a las cuales se debe poner atención.

Celos excesivos
"Existen muchos rasgos de celos por parte de uno, no solamente a que le pudieran ser infiel, sino que también en términos de posesividad, por ejemplo, celos con el trabajo que le quita demasiado tiempo, con amistades y con hijos. Celos constantes de querer acaparar a la otra persona a tiempo completo”.

Ser víctima de amenazas
"Pueden ir desde terminar la relación, cosa que difícilmente pasa porque hay una adicción a la relación, hasta las amenazas de “si tú me dejas me quito la vida” o “si tú me dejas te mato”. Son amenazas que sabes que no están dentro de los rangos de normalidad como “me quito la vida”, “me mato”, “tú no sabes lo que me puede llegar a pasar”, “tú crees que estás jugando conmigo”… todo ese tipo de amenazas que en el fondo llevan a pensar que la persona podría hacer algo realmente radical”.

Pérdidas de control
“Hay una correlación entre estilo de personalidad obsesiva y gran estatus, rango cultural y niveles altos de inteligencia. Uno tiende a pensar que a esas personas no le pasan esas cosas por la mente, pero realmente sí y por lo tanto pueden ser mucho más engañadoras. Al estar bajo los efectos de un fármaco o del alcohol, o en el minuto que se les copó su papelera, no saben dónde está el límite de su equilibrio, se dejan llevar y pueden hacer destapes de olla a presión que signifiquen un inundar a la otra persona de garabatos, golpearla o hacer escenas donde se pierde toda distancia social. Es decir, lo que harían en sus casas a puertas cerradas, lo hacen en un pub o en la vía pública, sobre todo cuando se trata de personas que tienen un nivel cultural superior”.

"Nunca más"
“Después que ha pasado el cortocircuito, la persona tiene un remordimiento negro, culpa. Cree que “nunca más” y tiene la firme convicción de no hacerlo “nunca más”. Le diría a la persona que tiene una relación de este tipo que no se base en que le digan “nunca más”. Si le han dicho más de dos veces “nunca más” y se ha repetido, quiere decir que ya le están autoimponiendo. Ojalá una personalidad de tipo obsesivo se trabajara en los diez primeros años de vida porque ahí hay muchas técnicas y herramientas sicológicas- científicas para cambiar eso y llegar al nivel de ansiedad que le produce este destape de llevar a la acción las obsesiones y así pueda modificarlas, después cuando adulto es muy difícil”.

Críticas
“Las personas obsesivas son muy críticas de la otra persona, en general de la sociedad, pero sobre todo de sus parejas. Casi nunca refuerzan positivamente, son súper exigentes y tienen unos mandatos donde es muy importante controlar la situación y el que la otra persona les haga caso. Es casi como ponerse en el sitial de jueces o de profesoras. Esa es una especial condición porque se supone que en una pareja estamos en una situación que es democrática y es de alternancia en el poder, pero una persona obsesiva quiere que tú hagas las cosas como te está diciendo y de la forma que te está diciendo: “Te dije que hicieras esto aquí, acá”, “te dije que te vistieras de tal manera”...”

Ojo con las órdenes
“Los absolutivos semánticos con respecto a la otra persona, “nunca hagas tal cosa”, “siempre hazlo como yo te digo”, “tienes que hacerlo así", “debes hacerlo acá”, esos son puntos muy importantes”.

Perder el juicio de la realidad
“ En el momento que la persona obsesiva está haciendo explosión, pierde el juicio de la realidad y no se da cuenta que se está saliendo de sus casillas. De alguna manera hay un grado de tiempo afuera y momento que no recuerdan bien, no es que se estén haciendo los lesos, sino que existe eso de estar en otra esfera”.

No aceptar el problema“Las personas obsesivas muchas veces hacen un mea culpa que no llega finalmente terapia sicológica. Las personas normales, no estoy diciendo que una persona que tenga rasgos obsesivos necesariamente sea anormal, uno puede tener un rasgo obsesivo, pero te lo tratas, vas a terapia. La persona está más allá de eso y no va a terapia, no acepta y si va es para hacerle el favor a la pareja, va obligado o mandado por la pareja y a poco andar abandona la terapia”.

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