miércoles, 7 de octubre de 2009

DOLORES MUSCULARES Y ARTICULARES EN EL EMBARAZO-ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

DOLORES MUSCULARES Y ARTICULARES EN EL EMBARAZO

Es bueno que las mujeres sufran molestias musculares y de articulaciones más frecuentes durante el embarazo; los dolores a veces nos asustan y nada mejor que estar informadas para tranquilizarnos. Aproximadamente el 50% de las embarazadas percibirán algún dolor muscular, óseo o articular.Estas molestias generalmente aparecen a partir de la semana 14, pues recién ahí el peso extra que cargan justifica los dolores en el cuerpo.

DOLOR DEL LIGAMENTO REDONDO
Eso que la mayoría conoce como “Dolor de ovarios” y que aparece al final de un día de esfuerzo, de mucha caminata o de mucho tiempo de pie. La zona afectada es el ligamento de la ingle, generalmente la derecha.


DOLOR PUBICO
Se debe a la relajación de la articulación del pubis gracias a las hormonas. Esta relajación es necesaria para el parto. El dolor se localiza debajo del ombligo y encima del vello púbico. Se intensifica con el trabajo pesado, al estar mucho tiempo en una misma posición o al hacer fuerza con los abdominales.

A partir del 3er trimestre se pueden identificar otros dolores:

LUMBAGO
Es el dolor en la parte baja de la espalda, al centro y por encima de los glúteos. Se debe a los cambios que se producen en la columna vertebral debido al aumento del peso del abdomen. Debe evitar inclinarse hacia adelante para recoger algo del suelo. Mejora con el reposo.

SACROILEITIS
También en la parte baja de la espalda pero hacia los lados. Mejora con el reposo. También tiene su origen en los cambios de la columna vertebral para contrarrestar el peso.

SINDROME DEL TUNEL DEL CARPO
Entumecimiento, dolor y cosquilleo de los dedos de las manos, sobretodo del dedo índice y medio. Se debe a la acumulación de líquido en una zona cercana a la muñeca que termina aprisionando los nervios. Se mejora elevando las manos por encima del nivel del corazón y abriendo y cerrando los dedos.

Estas molestias no representan ningún peligro para la madre o el niño, pero pueden llegar a mermar en su ánimo, lo cual sí es desfavorable para ambos. Si los dolores son muy fuertes, consulte a su médico sobre las maneras de hacer que éstos disminuyan.

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