lunes, 28 de abril de 2008

CUIDADO Y TRUCOS PARA EL CABELLO-ALOPECIA CONSECUENCIA Y SOLUCIONES

ALOPECIA-CONSECUENCIA Y SOLUCIONES

TRUCOS PARA LAVAR EL CABELLO

Como siempre nos preocupamos por darte los mejores tips y secretos de belleza, en esta oportunidad te explicamos trucos que te seran útiles para lavar tu cabello y su cuidado.

No fricciones el cuero cabelludo ni los cabellos en todas direcciones ni con demasiada energía. Corres el peligro de provocar una secreción sebácea reaccional y de romper las escamas.

Masajea con las yemas de los dedos, sobre todo en la cima del cráneo y en las sienes. Añade agua poco a poco y emulsiona generosamente.

Un buen aclarado debe ser abundante y de una duración mínima de 3 minutos, sobre todo si llevas el pelo largo. Los cabellos bien aclarados crujen bajo la presión de los dedos.

Empieza a aclarar con agua tibia y acaba con fría: así las escamas de keratina volverán a cerrarse unas sobre otras, dando al pelo un aspecto liso y brillante y dejándolo menos vulnerable a la penetración del polvo y la suciedad.

Enjuga con una toalla limpia, sin frotar, y con la cabeza hacia abajo para airear las raíces y darle volumen al pelo.

Si no tienes tiempo de lavarte la cabeza antes de salir, puedes recurrir a los polvos de talco. Vierte sencillamente un poco de polvos de talco en las manos y frótate el cuero cabelludo. Espera un par o tres de minutos; luego no tendrás más que pasarte el cepillo con energía para eliminar todo el talco

CUIDADO Y TIPOS DE CABELLOS
La genética del individuo determina si su cabello es seco o graso, características que también se dan en la piel. Sin embargo, puede darse otro tipo de cabello, el mixto. Este último se caracteriza por tener la raíz grasa y las puntas secas. “No se puede decir que este tipo de cabello venga impreso en el código genético”. El cabello mixto es el resultado de la exposición a tratamientos agresivos, a decoloraciones o mechas o, a la utilización frecuente de tintes.

El aspecto del cabello viene asociado con el tipo. Así, un cabello rizado suele ser seco y encrespado y un cabello liso y fino suele ser más sedoso y graso.

Los avances en el campo de la peluquería permiten cambiar el aspecto del cabello sin dañar su estructura. De este modo, las personas que tienen el cabello liso y quieren rizárselo pueden hacerlo gracias a las permanentes. Y ocurre lo mismo a la inversa. Incluso se puede teñir el cabello perjudicando lo mínimo su estado de salud. "Hoy en día, los productos que se utilizan son muy buenos y ya no se daña como podía ocurrir años atrás".

Diferentes tipos de cabello.

El cabello seco es opaco y se rompe con mucha facilidad debido a su escasa elasticidad. Su pH es más ácido que un cabello normal y le falta humedad. Por ello, necesita más hidratación que cualquier otro y sobre todo a nivel del cuero cabelludo. Escoger un buen champú, adecuado para este tipo de estructura capilar es el primer paso para restaurar la grasa que le falta y devolverle el equilibrio necesario.

Si el cabello seco se somete a tratamientos de coloración o mechas se puede acentuar la sequedad. Para evitarlo, hay que recurrir a los baños de cremas o aceites (que pueden ser de oliva), para reestructurar el cabello y volverlo más sedoso. Asimismo, algunos tratamientos con calor permiten que se abra más el pelo y penetre mejor el producto con el que se está tratando.

El secador se tiene que utilizar lo menos posible. “Es mejor que el cabello se seque al aire libre”, asegura un experto. Sin embargo, hay tipos de cabello que lo toleran menos que otros. Es el caso del pelo seco. El secador envía un chorro de aire caliente y normalmente muy cerca del cabello. Para evitar que se seque demasiado, existen productos que se administran junto al secado. Estos se aplican cuando el pelo está mojado y protegen contra la agresividad del secador.

Por el contrario, los cabellos grasos son más brillantes, pero se debe normalmente al exceso segregación de grasa que se da en el cuero cabelludo y en la piel. Este tipo de cabello es más sucio y puede ocasionar, en algunos casos, la caída del cabello.

Los cabellos grasos tienen que ser tratados con champús astringentes. Sin embargo, si este producto no es suficiente para evitar el exceso de grasa hay que aplicar lociones que disminuyan el exceso de sebo.

En los casos más graves como la seborrea, es necesario acudir a un especialista para que determine que tratamiento hay que seguir.
Normalmente se administran fármacos que regulen la secreción glandular sebácea.

Este tipo de cabello no tolera muy bien los productos suavizantes ya que pueden acentuar el exceso de grasa. Sin embargo, si las puntas están más secas, debido a tratamientos de coloración o por su longitud, sí es conveniente administrarlo “pero nunca debe tocar la raíz del cabello”.

Por último, el cabello normal es aquel que presenta más ventajas ya que no requiere ningún tratamiento específico. Sin embargo, no por ello hay que descuidarlo. Someterlo a tratamientos demasiado agresivos puede volverlo seco. Y si se lava con poca frecuencia puede precipitar la secreción de sebo.




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