ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO
CUANDO LA CONVIVENCIA YA NO ES POSIBLE
Una mediación a tiempo reduce la dureza del conflicto y disminuye el malestar de las personas afectadas (de los propios miembros de la pareja, hijos, abuelos, etc.).
La mayoría de parejas que acepta la mediación llegan a un acuerdo satisfactorio para las dos partes implicadas; de esta manera se evita un proceso contencioso que podría agravar las diferencias familiares. De acuerdo con la ley, la mediación familiar es un proceso voluntario al cual se accede a petición de las personas interesadas o por indicación de la autoridad judicial.
Pueden solicitarla las personas unidas en matrimonio, las que constituyen una unión estable de pareja y las que, sin serlo, tienen hijos en común, y también las personas en conflicto por razón de alimentos o de instituciones tutelares.
La mediación familiar es un recurso al servicio del ciudadano para favorecer una gestión constructiva del conflicto.
Beneficios para la familia
-La mediación ayuda a las familias a resolver pacíficamente sus conflictos, incluso antes de iniciarse el proceso judicial.
-Con la mediación no hay ni ganadores ni perdedores, sino personas que colaboran para encontrar la mejor respuesta a los problemas generados por el conflicto.
-La mediación evita los largos procesos judiciales y, por lo tanto, reduce el desgaste tanto emocional como material de los interesados y agiliza la actuación de la justicia.
-La mediación agiliza el diálogo y reconoce el protagonismo de las partes, que se implican en la búsqueda de una solución útil para todos.
-El bienestar de los hijos requiere decidir muchas cosas en común. La mediación ayuda a hacer posible este diálogo en beneficio de los hijos.
CUANDO LA CONVIVENCIA YA NO ES POSIBLE
Una mediación a tiempo reduce la dureza del conflicto y disminuye el malestar de las personas afectadas (de los propios miembros de la pareja, hijos, abuelos, etc.).
La mayoría de parejas que acepta la mediación llegan a un acuerdo satisfactorio para las dos partes implicadas; de esta manera se evita un proceso contencioso que podría agravar las diferencias familiares. De acuerdo con la ley, la mediación familiar es un proceso voluntario al cual se accede a petición de las personas interesadas o por indicación de la autoridad judicial.
Pueden solicitarla las personas unidas en matrimonio, las que constituyen una unión estable de pareja y las que, sin serlo, tienen hijos en común, y también las personas en conflicto por razón de alimentos o de instituciones tutelares.
La mediación familiar es un recurso al servicio del ciudadano para favorecer una gestión constructiva del conflicto.
Beneficios para la familia
-La mediación ayuda a las familias a resolver pacíficamente sus conflictos, incluso antes de iniciarse el proceso judicial.
-Con la mediación no hay ni ganadores ni perdedores, sino personas que colaboran para encontrar la mejor respuesta a los problemas generados por el conflicto.
-La mediación evita los largos procesos judiciales y, por lo tanto, reduce el desgaste tanto emocional como material de los interesados y agiliza la actuación de la justicia.
-La mediación agiliza el diálogo y reconoce el protagonismo de las partes, que se implican en la búsqueda de una solución útil para todos.
-El bienestar de los hijos requiere decidir muchas cosas en común. La mediación ayuda a hacer posible este diálogo en beneficio de los hijos.
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