lunes, 5 de abril de 2010

Claves para que tu bebé duerma mejor-ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

ALOPECIA Y CAIDA DEL CABELLO

Claves para que tu bebé duerma mejor

El sueño es una necesidad fisiológica muy importante para nuestra salud. Invertimos una tercera parte de nuestra vida en dormir; y es en la infancia cuando el sueño adquiere mayor relevancia.

¿A qué edad se debe comenzar?
Desde el momento del nacimiento. Aunque, más que enseñar conductas adecuadas, se trata más bien de no instaurar asociaciones indebidas, como por ejemplo acostumbrar al niño a dormirse en brazos de su papás, o con la luz encendida, agarrado de la mano, comiendo... Así, cuando el niño se despierte, porque es normal que lo haga y varias veces a lo largo de la noche, reclamará esa atención de los padres para volver a dormirse.

El bebé se despierta llorando...
Si no han pasado al menos 2 horas de la toma anterior, se le debe coger en brazos para calmarlo. Los recién nacidos no se acostumbran a ser cogidos en brazos en los primeros 3 ó 4 meses. La mejor forma de calmar al bebé en este momento es el movimiento delicado y las caricias o palmaditas suaves; el mecimiento enérgico puede ser contraproducente. No se deben emplear maniobras de apaciguamiento muy complicadas para no habituar al niño a un ritual que luego exigirá para dormirse.

¿Cuándo puedo eliminar la toma nocturna?
A partir de los dos meses es aconsejable intentar retrasar la toma nocturna. Si el niño llora por hambre se le dará algo menos de cantidad de lo que toma durante el día. Si el bebé se alimenta de leche materna debes darle un sólo pecho. Debes procurar que el niño no se excite demasiado, evitando encender muchas luces, los ruidos, los juegos, etc. Generalmente, entre los 2 y 4 meses se puede eliminar la toma nocturna. Es importante que el niño aprenda a dormirse solo, sin la ayuda del alimento o los brazos de los padres.

Cuando metemos al niño en la cuna o en la camita y apagamos la luz, por lo general, se acabaron los mimos hasta el día siguiente. Si reclama nuestra atención... le ignoraremos. Esto es fácil de decir y difícil de hacer. Un buen truco es cronometrar el tiempo que transcurre desde que el niño comienza a llorar hasta que sus papás acuden para ver qué quiere. Así podrán entrenarse en dilatar ese tiempo, y a la vez, comprobarán que el niño puede estar llorando un minuto o dos sin que ocurra nada, y que lo más normal es que se calme el solito.

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