miércoles, 2 de junio de 2010

EL PAPEL DE LOS ABUELOS EN LA FAMILIA-ALOPECIA-CONSECUENCIAS Y SOLUCIONES

ALOPECIA-CONSECUENCIAS Y SOLUCIONES

EL PAPEL DE LOS ABUELOS EN LA FAMILIA

Nadie duda de la impor­tancia que tienen los abuelos para las nue­vas generaciones. No sólo por su aportación generosa de vi­vencias y recuerdos, que fortifican la identidad familiar, sino por el ofreci­miento de sus talentos, el ejemplo de virtudes y valores vividos que ofrecen a los suyos, como referencia espiri­tual y moral imprescindibles para la unidad y continuidad de las familias de hoy en día.

También nos debería llevar a defen­der y favorecer su autonomía, que bien se la han ganado, y a no abusar de su tiempo y aficiones para benefi­cio propio.

Y es que los abuelos de ahora, los abuelos del Siglo XXI, ya no son como los de antes:

Tienen su propia vida, una vida más dinámica y autónoma, son independientes económicamente y viven preocupados por su salud y su bienestar. Es más, nuestros abue­los, tienen su vida llena de nuevas inquietudes culturales, sociales y laborales. Y eso, sin menguar ni un ápice su maravilloso apoyo a nues­tras vidas, sabiendo de su disponibili­dad para darnos consejos, prestarnos ayuda para ser mejores, interesarse por nuestros problemas, estar pen­diente de nuestras necesidades, son­reírnos, ofrecernos miradas de com­plicidad que solo unos padres pueden tener con sus hijos….

Pero, muchas parejas jóvenes, se han acostumbrado, unas veces por necesi­dad y otras muchas por comodidad, a que sean los abuelos los que ejerzan de padres y madres de sus nietos, que sean canguros de los pequeños y com­pañeros de juego “obligatorios”.

A pesar de que tenemos la certeza que ellos, SIEMPRE están dispues­tos a prestarnos ayuda, la calidad de vida de una familia no puede apoyar­se en la “utilización” de los abuelos. Debemos acudir a ellos sólo en caso de extrema emergencia, y así, evita­remos en gran medida las quejas y la confusión sobre el rol que se espera de ellos, sobre las ideas distintas en la educación de los niños y los celos que muchos padres sienten ante la “devoción filial” que sus hijos sienten hacia los abuelos.

Es verdad que los abuelos juegan un papel muy importante en la vida de los nietos. Pero, ¡no abusemos de ellos, por favor!

Y para que esto no ocurra, no estaría de más recordar que el verdadero pa­pel del abuelo es:

• Ejemplo y transmisor de valores.

• Mantiene el vínculo entre las gene­raciones haciendo de historiador de anécdotas familiares.

• Lazo de unión, estabilidad y protec­ción.

• Modelo de serenidad ante el enve­jecimiento.

• Paño de lágrimas cuando el niño y/o los padres están tristes.

• Sus “batallitas” (historias) desarro­llan en el niño no solo su imagina­ción, sino el sentido común del “buen hacer” y del “buen ser” en la vida.

• Es la persona perfecta para ejercer de “negociador” entre padres y nietos, ya que su experiencia puede ayudar en los momentos de crisis familiar.

• … mil y un razones más!!!!

Es necesario recordar que los padres somos los modelos de referencia en la educación de nuestros hijos. No car­guemos esa mochila a los abuelos. Ellos sólo tienen que llenar la casa de paz, conciliación y estabilidad acon­sejando y apoyando a sus hijos en la educación de los nietos.

“Ellos pueden ser -y son tantas veces- los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir. Ellos dan a los pequeños la perspectiva del tiem­po, son memoria y riqueza de las familias. Ojala que, bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo fami­liar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe ante la cercanía de la muerte”. (Benedicto XVI)

“Ojala que los abuelos vuelvan a ser una presen­cia viva en la familia, en la Iglesia y en la socie­dad. Por lo que respecta a la familia, los abuelos deben seguir siendo testi­gos de unidad, de valores basados en la fidelidad a un único amor que suscita la fe y la alegría de vivir”.(Benedicto XVI)

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