TRUCOS PARA RECONOCER UNA PIEL DAÑADA-ALOPECIA-CONSECUENCIAS Y SOLUCIONES

ALOPECIA-CONSECUENCIAS Y SOLUCIONES

TRUCOS PARA RECONOCER UNA PIEL DAÑADA

Una vez que reconocemos cual es el tipo de piel ya sea grasa, normal, mixta, o seca podremos observar que dependiendo de ello se detectarán los estigmas de cada tipo de piel de una forma muy sencilla y en base a ello si aún nos es difícil reconocerla de acuerdo a los signos que muestra por desórdenes de distinta índole se elegirá la crema adecuada. Un rostro que presenta arrugas en la frente, labios y ojos significa una piel deshidratada por lo que obviamente necesitará una crema hidratante.

Un piel que se irrita fácilmente indica que se trata de una piel sensible, en este caso no se puede usar cualquier cosmético, se debe elegir uno de alta calidad especialmente fabricado para pieles sensibles.Un cutis rugoso y áspero significa una piel asfixiada a causa de no saber elegir correctamente los cosméticos.

Una piel arrugada en las zonas de expresión, muestra resequedad y falta de elasticidad a raíz de un descenso brusco de peso o simplemente por el paso de los años, en este caso se trata de una piel desvitalizada y necesitará una crema nutritiva.

Una piel tersa y suave por ende fina y con poros cerrados requerirá evitar tratamientos agresivos, se tratará con productos de buena calidad para no estropear la tersura.

La piel ideal para resistir un peeling es una piel gruesa detectable fácilmente por la apertura de sus poros, es una piel resistente a los cambios climáticos, necesita cremas nutritivas e hidratantes.

Detectar el tipo de piel es fundamental para saber elegir correctamente las cremas que debemos aplicarnos, de lo contrario se corre el riesgo de perjudicar sustancialmente el cutis, por ejemplo en el caso de tener un cutis normal, puede devenir en un cutis graso con piel gruesa ya que puede cambiar de acuerdo al tratamiento que se le asigne.

Los trucos son muy sencillos simplemente se trata de prestar un poco de atención a los signos que nos va indicando nuestra propia piel pidiendo en silencio un cuidado superior al que se le fue dando hasta ese momento.

Momento en el cual con una mínima inversión de dinero, ya que se trata de saber elegir la crema y cosmético correcto se puede llegar a lucir una piel lozana.